La oportunidad de contar con pizarras digitales en los espacios de trabajo permite que las personas con discapacidad intelectual accedan de una forma más directa y dinámica a herramientas informáticas, aplicaciones, y recursos tanto interactivos como multimedia.
La pizarra gracias a su tamaño mejora la visualización del contenido, así mismo la pantalla táctil implica la interacción directa con las manos, facilita el acceso al ordenador sin necesidad de ratón, realizando arrastres y clic con sus propios dedos.
Los recursos utilizados se adaptan a las capacidades y habilidades de cada persona, de esta forma realizamos la intervención individualizada dentro del grupo, poniendo énfasis en las necesidades y objetivos a conseguir con cada usuario.
Los objetivos que se pueden trabajar van por lo tanto desde objetivos cognitivos (adquisición de conceptos, trabajar la atención, la memoria o la orientación), objetivos físicos (mejora destrezas motrices como prensión, fuerza o coordinación óculo-manual, al mismo tiempo que potencia la movilidad articular de los brazos). Permite potenciar las habilidades de la vida diaria como la higiene personal, la alimentación, el vestido… También favorece la comunicación e integración de todas las personas del grupo. Por lo que ofrece una infinidad de opciones que resultan más atractivas con respecto a las actividades convencionales.